El amor es identidad, proceso y entrega. El amor nunca esta al inicio, mas siempre está al final. El amor para que lo sea, debe ser incondicional y libre de apegos. El amor es libertad para crecer y evolucionar y al mismo tiempo es estructura que da seguridad.
El amor más elevado es la devoción. Es lo Divino la fuente de la que emanamos. No hay amor más grande que este. Ni nada más prioritario que esto.
Donde hay amor no hay sacrificio. Lo que se entrega por amor no empobrece, sino que edifica.
El amor a Dios y verlo en todas las criaturas sin excepción, es la muestra de que el amor te ha contaminado sin remedio.
Disfrútalo.
El amor se trabaja, se construye y se decide. El amor pone límites claros y quien está consciente puede, aun eligiendo amar, distanciarse.
No hay fuerza más poderosa que el amor. Es tan fuerte, que los débiles le temen.
El amor está libre de drama, no hace sufrir, ni nos hace miserables. El amor no te puede abandonar porque es tu propia identidad.
Si has sufrido, no ha sido por amor, sino todo lo opuesto.
Que diferenciemos el Amor que Sana, del apego y del karma, es sabiduría espiritual.
Y Celebrar la Vida y el Amor cada instante, es el Verdadero San Valentín.
¡Que no se calle el amor, ese que empiece reconociendo a lo Divino en ti! Más allá del cuerpo y tu mente, el Morador del
Cuerpo es Amor.
Que viva el Verdadero Amor!
Jai Ganesha
Elizabeth,