Nada que tenga un valor trascendental, nada que valga la pena en este universo, se consigue rápido o fácil, en algún punto de tus vidas, lo trabajaste. Todo lo que sea rápido y fácil, carente de estructura y de transformación de la mente, causa indigestión mental, emocional y física y aumenta las toxinas en nuestra vida.
¡Amplia tu percepción sobre esto y reflexiona!

El desafío de los seres humanos es dejar de preferir lo rápido y lo fácil como algo deseable.

Esta mentalidad de «comida rápida» se manifiesta en todas las áreas de la vida humana y la esfera espiritual y de crecimiento personal no es la excepción.

El problema con este tipo de línea de pensamiento, es que coloca la mente afuera del individuo. Entonces, el individuo entiende que su crecimiento se trata de aprender algo que no sabe o de someterse a técnicas novedosas que lo ayudaran, si bien es cierto le ayudan, al carecer de estructura mental que soporte la energía recibida, rápidamente o con el tiempo, el viejo patrón mental regresa y la persona siente que no avanza y peor aún, que retrocede. Sobre esto nuestros sabios han escrito suficiente.

Luego, al pasar del tiempo, la persona se ve a sí misma sin cambios estructurales profundos ni duraderos, incapaz de retener lo avanzado, vuelve a buscar fuera de ella, lo que jamás encontrara. El trabajo jamás ha sido aprender, sino lo contrario. La vida misma se convierte en una constante lavadora, primero te ensucias con patrones y creencias para luego trabajar en retornar hacia tu autentica naturaleza.

Aquello que deseemos construir o manifestar, no importa lo que sea, requerirá estructura, disciplina, perseverancia, entusiasmo, determinación, reconocer que habrán retrocesos y nueve obstáculos enfrentaremos en nuestra vida, vida que debe ser construida con propósito y dirección. Sobre esto se ha enseñado también.

Deja de buscar comida rápida en todas las áreas de tu vida y empieza a ENAMORARTE y APASIONARTE por el proceso. La vida, reflexiona esto con profundidad, no tiene valor por los resultados, sino por el proceso de transformación y construcción que experimentaste y la valentía con la que los atravesaste.

La vida debe ser tomada como la aventura del retorno a casa. Enamorados de este proceso, cuidemos de seguir avanzando y de no estacionarnos. El éxito es sinónimo de movimiento. Esto aplica en tus relaciones, abundancia personal, salud, crecimiento personal y vida espiritual.

Haz lo mejor que puedas. Escoge lo eterno, lo que tiene estructura, lo que requiere esfuerzo, lo que se opone a la entropía. Rechaza la comida rápida y prefiere la incertidumbre de no saber cuál será el resultado, pero al mismo tiempo, siembra certeza… si, certeza. Certeza en que si sigues caminando, haciendo profundas tus bases, disfrutando el proceso y los desafíos que trae, renunciando al fruto rápido y perecedero, alejándote de la gratificación instantánea, tu vida no tendrá otro remedio, pase lo que pase, de llevarte hacia una hermosa y autentica versión de ti mismo.

Quieres relaciones, abundancia, salud, bienestar, crecimiento y demás? Olvídate de lograrlos! Y comprométete en el proceso con absoluta fidelidad. Deja de ocuparte del futuro y presta atención a lo que siembras en tu momento presente. Nadie tiene el poder de predecir tu futuro, si con perseverancia y empeño trabajas en ti.

Enamórate de tu proceso de vida y entrega los frutos de esta vida a Dios. Así lo enseña el Bhagvad Gita y con amor lo intento vivir cada día.

Elizabeth Taylor.