Llevo 2 horas en el Tren Ave rumbo a Madrid. Detrás de mí una chica universitaria que desde que se sentó no ha parado de hablar por teléfono en voz ALTA. No ha parado de hablar acerca de lo mal que le va:

1. En la Universidad.
2. En la tienda donde trabaja.
3. En la plata.
4. Con los perros.
5. Con la madre.
6. Con las tías.
7. En la vida.

Le va mal en todo. Y lo peor de todo es que habla tan alto que los tres vagones de adelante ya se enteraron. Sumado a lo anterior, no para de decir tía y marica cada 3 palabras. No sé si habla con la tía o si habla con una tía o si la tía con la que habla es la tía… o es marica. Estoy confundida.

120 minutos de queja y mala vibra… y yo aquí reflexionando:

Causa de sufrimiento es la ignorancia. Ignorancia que causa inquietud en la mente y perturba el intelecto y los órganos sensoriales.

Oigan bien mi gente…no hay forma que a un ser humano le vaya bien con esa línea de pensamiento. Es que no te puede ir bien si piensas mal, sientes mal, hablas lo malo y luego te quejas de que lo que manifiestas no te gusta.

Demasiado del Yo atrofia el intelecto. Ahora un tío re guapo se ha parado a decir basta tía no te aguanto!!! Y mágicamente se ha callado. Enfócate en la gratitud, en las bendiciones en tu vida, disfruta el amor y la vida. Apasiónate por el algo y ten propósito. Nada dura para siempre. Y bien o mal, estar vivos implica desafíos, karmas y experiencias.

Este post está inspirado en la tía que hablaba con su tía. Yo sigo ensombrerada con unos súper lentes agradeciendo a lo Divino por darme un reservorio de paciencia que ha evitado que actué al estilo Quico: cállate, cállate, cállate tiaaaaaa que me desesperas!!!!!!!

La Taylor ensombrerada.

(Si, es la tía de atrás)
Fuegooooo