Ser – Hacer – Tener.
Ese es el orden. Cualquier otro, evítalo.

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Ser – Hacer – Tener.
Ese es el orden. Cualquier otro, evítalo.

Ser – Hacer – Tener. Ese es el orden. Cualquier otro, evítalo.

Lección de Vida asimilada en estos 41 años: Ganar tiene más con CRECER que con lograr lo que quieres. De hecho, crecer es la forma más refinada de éxito y la que yo prefiero.

No se puede ganar en todo. No es conveniente. Dejaría la vida de ser divertida y se contaminaría con la sensación de que no avanzas, si siempre ganaras, perderías la percepción y apreciación del auténtico éxito. No esperes ganar en todo. Reconcíliate con perder. Ten paz en el hecho de que no todo será como quieres y también con que te equivocaras.

Entre más te esfuerzas en no sufrir, más sufrís. Entre más te enfocas en no fracasar, más miedo tienes. ¡¡Suelta!! No pasa nada si tienes que volver a empezar!

Ama la equivocación porque te da la oportunidad de volver a hacerlo mejor. Desecha la necesidad de ser perfecto, créeme, caminar hacia la perfección, paso a paso y dando el 100% te hace crecer mucho más que llegar a la meta. La clave está en preguntarte: en quien me estoy convirtiendo y no, que estoy logrando.

Ser – Hacer – Tener. Ese es el orden. Cualquier otro, evítalo.

Hay que abrazar el error y luego hay que volver a empezar, más fuertes, con mayor sentido de propósito y con una mejor y más elevada consciencia. Entonces, vas ganando tu propia partida, pues estas creciendo y revelando algo oculto en ti. El error nos permite recobrar sentido y desarrollar perseverancia, disciplina, esfuerzo y valentía. Piénsalo, los mejores regalos los obtenemos de lo que no salió bien.

Sabes de todas las lecciones poderosas que te hubieras perdido si todo hubiese sido de la forma en que deseabas? Cuanto caos habría en tu mundo?

Desde pequeños, nos adoctrinan para huir del fracaso y se nos castiga por no saber. Cuando sales a la vida, los más exitosos no son los niños buenos, sino aquellos que desarrollaron destrezas, habilidades y se acostumbraron a que fallar es solo parte de una perspectiva mayor y no el final.

Hay que dejar de tenerle miedo al fracaso y a equivocarnos. Nuestro enfoque debería estar siempre en crecer y servir. Este planeta es una Escuela y como tal, estamos aprendiendo… entonces aprende, sacúdete y avanza… pero lo digo en serio: avanza!

Avanza. Muévete. No hay éxito sin movimiento y no hay crecimiento sin acción. Mientras avances, no te preocupes, lo que te corresponda, llegara. Avanza dando tu 100% sin rendirte. Recuerda, crecer es el auténtico éxito.

Que poderosa es la mente que ha dejado de temer a la equivocación y abraza el proceso, sin prisa pero sin pausa. Tal mente, una vez sumergida en lo Divino, da como resultado Dharma y vida con propósito.

Que no te asuste el futuro. Que no desees éxito sin proceso y que des espacio para lo perfecto de la imperfección.

Gracias por todo lo que no salió como quería. Ahí ha estado mi suerte y bendición.

Este 2019 que sea de crecimiento para ti.

Elizabeth.

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